Cuando decidimos abrir un negocio, siempre lo hacemos con la mentalidad de obtener beneficios en un periodo de tiempo corto, pero esto no lo logramos hasta que los beneficios superan los costes.
Sobre todo, en los primeros años los costes superan los beneficios generados, lo cual supone que la empresa se encuentra durante un periodo en situación de pérdida. La facturación deberá ir incrementándose con el tiempo, y el negocio estará más cerca cada vez de obtener beneficios, hasta llegar al umbral de rentabilidad.
Es justo en este momento, donde la empresa se encuentra en un momento donde los costes son iguales a los beneficios.
Dicho esto, podemos saber que el umbral de rentabilidad es un término económico que también se conoce como punto muerto o punto de equilibrio. Saber el resultado del cálculo nos sirve para saber el momento exacto en el que un negocio está en el momento donde no obtiene ni beneficios, ni pérdidas.
Por lo tanto, sabemos que desde ese momento, la empresa empezará a tener ganancias y a ser rentable.
Para saber el umbral de rentabilidad de nuestra empresa, tenemos que tener en cuenta las variables que influyen en el. Así, para hacer el cálculo necesitamos manejar las siguientes variables:
- Costes fijos: Son los costes con los que la empresa cuenta para producir sus productos o servicios, y no varían nunca, por ejemplo: gastos de arrendamiento, impuestos o suministros.
- Costes variables: Son los costes que varían según la producción, por lo tanto, oscilan según la producción. Nos sirve de ejemplo la materia prima, que varía según el volumen de compra.
- Precio de venta: Es el coste para los clientes de la compañía una vez que quieren adquirir los productos ya terminados.
Una vez tengamos claros estos términos, calcular el umbral de rentabilidad es más sencillo. La fórmula a realizar es la siguiente:
Punto muerto = Costes fijos/(Precio de venta-Costes variables)
Como observamos, analizar el umbral de rentabilidad es algo muy sencillo y a su vez, una herramienta muy útil para gestionar nuestra empresa. Debemos de tener en cuenta, que esta no es la única forma de ver si nuestro negocio está funcionando, por ello deberemos siempre contar con profesionales para que nos ayuden a gestionar algo tan serio como nuestro negocio.