No hay duda de que el comercio online cada vez está tomando más peso en nuestras vidas. Por ello, los medios de pago online van ganando en popularidad y la sensación es que en este año demanden más protagonismo. Pero, ¿hacia dónde caminamos?
Los dispositivos 'wearables' ya se están haciendo un hueco en el mercado. Los consumidores se están adaptando de forma veloz a usar internet desde cualquier dispositivo en su vida diaria. Ante unos estilos de vida más dinámicos, los objetos inteligentes, como el 'smartwatch', harán que un ordenador de sobremesa se desplace a una de las últimas opciones para realizar un pago.
Igual que estamos ante un mundo más dinámico, también experimentamos una gran conexión con otras personas mediante tecnologías. Ahí las principales protagonistas son las redes sociales, las cuales influirán notablemente en la forma de comprar. No se les puede considerar meros escaparates de los productos de tiendas online o comercios tradicionales, lo cierto es que algunas de estas plataformas ya han incluido la posibilidad de comprar desde ellas. Pinterest e Instagram, por ejemplo, introdujeron el botón de comprar para aprovechar su gran atractivo visual aunque no llega a estar presente en todos los países.
La normalización del uso de la biometría como mecanismo de seguridad puede instalarse en nuestras vidas antes de lo que pensábamos. Parece que utilizar las huellas dactilares, los iris o la cara para identificarse a la hora de hacer un pago online dejará de ser una realidad lejana. Por ejemplo, la autorización de pagos a través de fotografías selfie se está llevando a cabo ya.
Desde luego estas compras serán más espontáneas debido a la facilidad que aporta el pago a través del móvil en una sociedad donde el 'smartphone' se ha integrado casi en un 100%. En este sentido, se demandan pagos más flexibles y rápidos y donde predominan las aplicaciones para pagar de una manera segura y eficaz, como Iupay.