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Desde sus inicios, los dispositivos móviles han surgido como herramientas de comunicación. Sin embargo, el desarrollo constante de estas tecnologías ha abierto nuevos horizontes entre los que el entretenimiento ha cogido fuerza, y a los que otros sectores como el financiero se están sumando, con el fin de desarrollar herramientas que faciliten el día a día de los usuarios.

Hasta hace muy poco la relación entre dispositivos móviles e instituciones financieras se centraba principalmente en la banca móvil, un servicio proporcionado por los bancos que facilita a sus clientes la realización de transacciones financieras de forma remota.

Lo que comenzó como una alternativa más, poco a poco se está convirtiendo en algo común. Atrás quedan esos tiempos en los que ver a una persona sacar un móvil para pagar era una rareza, y es que los pagos móviles ya están en nuestro día a día.

¿Cómo es posible realizar un pago con el móvil?

Este nuevo método de pago es posible gracias a la llegada de una nueva tecnología conocida con las siglas NFC, que hacen referencia a "Near Field Comunication", traducido al español como “Comunicación de Campo Cercano”.

Este nuevo lenguaje de comunicación se basa en una tecnología inalámbrica cuyo punto fuerte es la velocidad de comunicación casi instantánea, sin necesidad de recibir un emparejamiento previo, permitiendo a los dispositivos conectarse de forma segura y cercana, con el fin de realizar las operaciones pertinentes para emitir un pago de forma correcta.

¿Que necesitas para hacer uso de dicha tecnología?

Lo único realmente necesario para poder pagar con tu móvil es que tenga conexión NFC, una aplicación compatible con tu entidad bancaria y que el establecimiento en el que deseas consumir te permita hacer este tipo de pagos.

Vamos por el buen camino. Uno de los objetivos principales de la tecnología es facilitar en la medida de lo posible nuestras vidas, y el desarrollo de soluciones cómo el pago móvil lo está consiguiendo.