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Con el paso de los años, el número de métodos de pago no ha parado de crecer. Solo tenemos que pensar en las tarjetas prepago, las transferencias instantáneas o la tecnología contactless equipada en teléfonos móviles y relojes inteligentes. A pesar de todo esto, las tarjetas de crédito y débito siguen siendo los sistemas más utilizados de todos.
De hecho, parece difícil imaginar un futuro en el que este tipo de tarjetas no sigan teniendo una importancia capital en la gestión de nuestras fianzas. Esto, unido a lo dicho anteriormente, ha hecho que estén en el punto de mira de los delincuentes. Una de las técnicas fraudulentas más utilizadas contra ellas recibe el nombre de skimming. Aquí queremos contar en qué consiste y cómo prevenirla.

¿Qué es el skimming?

Todas las tarjetas de crédito o débito tienen una serie de datos en común. Hablamos, cómo no, del número de la propia tarjeta, del nombre del titular, de la fecha de vencimiento y del código CVV.
Cada vez es más habitual que los bancos oculten esa información, de modo que solo la pueda conocer el usuario a través de una aplicación móvil o su área personal de usuario en la web de su banco. Sin embargo, para poder operar, es necesario que se encuentre registrada en la banda magnética o chip de la tarjeta.
Lo que intentan hacer los delincuentes es extraer dichos datos del chip o la banda magnética y, después, plasmarlos en una tarjeta falsa mediante la cual operar en nombre de la víctima. Para ello, utilizan dispositivos llamados “skimmers”, los cuales suelen conectarse de forma fraudulenta a cajeros automáticos y terminales de punto de venta.

¿Cómo evitar el skimming?

Detectar que uno de los dispositivos citados anteriormente ha sido manipulado no es fácil. Sin embargo, hay formas de evitar ser víctimas de esta estafa. O, al menos, de que nos genere graves pérdidas económicas.
Por ejemplo, cuando se realice un pago, nunca debe darse la tarjeta al responsable del comercio para que la introduzca en el TPV. También hay que crear contraseñas seguras y apagar las tarjetas a través de la app móvil cuando no se vayan a utilizar. Además, hay que activar las notificaciones, de modo que seremos informados instantáneamente siempre que se produzca un pago o retirada de saldo de un cajero.

Siguiendo todas estas recomendaciones, las probabilidades de ser víctima del skimming serán mínimas.