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Los consumidores no hacemos más que buscar la comodidad y la sencillez a la hora de pagar nuestros productos y por eso, las nuevas formas de pago, cada vez más cómodas, crecen mes a mes.

Hace relativamente poco, no nos separábamos para nada del efectivo pero todo cambió en  el momento en el que irrumpieron en el día a día las tarjetas con las bandas magnéticas pasando por los chips y hasta llegar al actual “contactless” o pago sin contacto. 

Desde el momento en el que la tecnología NFC aterrizó en nuestras vidas nos hemos visto involucrados en una gran transformación del pago digital en la que toma un gran protagonismo nuestro smartphone o incluso otros dispositivos portátiles como pulseras o relojes.

Hoy en día, la mayoría de los establecimientos ya cuentan con TPV adaptados para soportar los pagos móviles y además ya son muchos los dispositivos móviles de gama media/alta compatibles con la tecnología NFC.

De esta manera, tenemos muchas facilidades para realizar nuestras transacciones a través de este método de pago siendo muchos los bancos y multinacionales ya disponen de aplicaciones para facilitar los pagos a sus clientes y adaptarse al momento que estamos viviendo.   

Solo necesitarás introducir los datos de la tarjeta en la aplicación que quieras utilizar y empezar a utilizarlo tanto en comercios físicos como electrónicos.

La razón de que no veamos este método tan a menudo es que los usuarios no están tan familiarizados y ya están acostumbrados a sacar la tarjeta del monedero, es decir, no entra dentro de su rutina. Esto resulta un hábito fácil de cambiar teniendo en cuenta el avance de la tecnología y que los usuarios de smartphone, cambiamos de terminal en cortos periodos de tiempo.

Teniendo en cuenta que los smartphones están en constante evolución, seguiremos viendo mejoras y cambios que hagan que en este 2018, la tecnología de pago a través del móvil vea incrementada su uso de forma creciente.  

En definitiva, el pago móvil es una tendencia que no va a parar de crecer y que se irá introduciendo en nuestras vidas hasta hacerlo tan común como el pago con tarjeta.