seguridad-tarjeta-chips

Los consumidores acostumbran a adaptarse rápidamente a los cambios, pero también a incorporar en su rutina diaria aquellos elementos que más les faciliten la vida. Por eso, desde que la primera tarjeta bancaria fue lanzada a principios del siglo XX, este se ha convertido en uno de los medios más utilizados para la realización de todo tipo de transacciones. A día de hoy, podemos encontrar tarjetas de débito y de crédito, pero todas incorporan una serie de avances tecnológicos destinados a ofrecer al usuario toda la seguridad necesaria para tratar con su dinero. A continuación, vamos a analizar dos elementos que contribuyen a esta protección.

El chip de las tarjetas

Cualquier tarjeta, sea de crédito o de débito, está compuesta por una placa de plástico de 85,60 x 53,98 milímetros. Además, todas ellas incluyen un chip, el verdadero corazón de la tarjeta y de su seguridad. En la actualidad, existen dos tipos de chips:

En cualquier caso, este componente incluye un sistema capaz de guardar y proteger la información del usuario con el objetivo de evitar el robo de identidad. Además, es el que se encarga de autorizar la transacción en el momento en el que el usuario emplea la tarjeta.

El ensamblaje

El chip es una parte clave en el campo de la seguridad, pero también lo es la propia tarjeta. Para su ensamblaje siempre se requieren unos estándares de calidad realmente elevados. De este modo se garantizará su seguridad y su durabilidad.
De hecho, hay empresas que utilizan soluciones muy específicas para asegurar la adhesión del chip al cuerpo de la tarjeta. Algunas, por ejemplo, incorporan en su ensamblaje una serie de películas que se activan por medio del calor para provocar un nivel de adhesión muy elevado entre chip y tarjeta. Esto, aseguran, brinda una adherencia a largo plazo muy fiable.

Por supuesto, también se emplean adhesivos especializados para aplicarse en la base de la estructura del chip. Además, existen soluciones específicas para las conocidas como tarjetas de interfaz dual: es decir, aquellas que cuentan con un solo chip, pero que permiten realizar transacciones y pagos inalámbricos.