¿Empieza la cuenta atrás para el dinero en efectivo?

Cada vez son más las personas que dejan de lado las carteras repletas de moneda para dar paso a los tarjeteros. Sin embargo, no hubiéramos pensado que nos desprenderíamos del metal tan fácilmente.

Esta semana conocíamos la noticia de que Dinamarca empezará el próximo 2016 despidiéndose del dinero en efectivo, una acción que aún es impensable en otros países como podría ser el caso de España. El Gobierno danés ha dado un paso más en este sentido anunciando que a partir de enero del 2016, los comercios no tendrán la obligación de tener que admitir monedas y billetes cuando los clientes quieran realizar el pago.

En principio, esta nueva normativa de liberar a los comerciantes del dinero efectivo solo afectará a las tiendas de ropa, gasolineras y restaurantes. Estos establecimientos tendrán el derecho de no cobrar a sus clientes a no ser que paguen con tarjetas de crédito o débito o a través de sus teléfonos móviles.

Sin embargo, para hacer efectiva la intención de eliminar las monedas y billetes de las calles, la norma deberá obtener el visto bueno del Parlamento. No obstante, es muy probable que todo salga como la mayoría de los daneses desean y el dinero efectivo termine por eliminarse ya que en el 2015 solo el 25% de los pagos se realizaron en metálico.

Según Sofie Finding Andersen, representante de la Cámara de Comercios de Dinamarca, el uso de efectivo es costoso y un problema de seguridad. Además, como recoge el portal DW, los ciudadanos ven grandes beneficios en esta norma como la menor posibilidad de equivocarse al contar el efectivo en los negocios cuando deben cerrar la caja del día. Pero, a pesar de acciones como éstas, a las moneas y los billetes les queda bastante tiempo de vida pues países como Alemania siguen haciendo mucho uso del mismo. Por ejemplo, según datos del Bundesbank, el 80% de las compras minoritarias en Alemania se siguen pagando con dinero efectivo.