Que la tecnología ha cambiado la forma de realizar transacciones del día a día de cualquiera de nosotros ya es una realidad.
Hace unos años, no podíamos plantearnos el no llevar algo dinero en efectivo encima por si acaso teníamos que hacer algún pago y es que, había un gran porcentaje de comercios que no aceptaban otro medio de pago que no fueran billetes o monedas.
Actualmente, nos encontramos en una tendencia opuesta, siendo cada vez más común realizar nuestras compras con medios novedosos como el contactless o el pago móvil, que nos resultan más seguros, prácticos y cómodos.
En la historia, el ser humano ha necesitado una herramienta que le permitiese realizar intercambios de bienes y servicios. Así, el dinero ha ido evolucionando de una manera vertiginosa hasta nuestros días consiguiendo que el implemento tecnológico tan avanzado haya derivado a las empresas a su desarrollo digital.
De esta manera, el movimiento cashless (sin efectivo) ya se ha ido interiorizando en muchas sociedades como Canadá, en la que los usuarios disponen de una media de dos tarjetas de crédito por habitante, o Suecia, en la que más del 59% de habitantes pagan mediante tarjeta de crédito o débito.
Así que, teniendo en cuenta que las personas buscan facilidad y seguridad a la hora de realizar sus pagos es conveniente analizar la forma que tienen los usuarios de hacer sus compras y cual es el determinante, ya que hay una clara tendencia al uso por ejemplo de tarjetas y pagos móviles y una bajada progresiva del uso de efectivo.
¿Alguna vez te has planteado cómo sería una sociedad sin efectivo?
