Pagar con tarjeta no solo es una alternativa cada vez más popular, sino también el futuro del pago en cualquier tienda física o virtual. Sin embargo, hay una serie de aspectos esenciales que debes tener en cuenta a la hora de abonar tus productos o servicios. Te contamos todas las claves a continuación.
Comenzamos por una de las tendencias más populares: los pagos contactless o sin contacto. Cuando acerques tu dispositivo móvil o tarjeta al TPV correspondiente debes comprobar que la cantidad es la correcta. No olvides que si el cargo es inferior a 50 euros no tendrás que introducir tu PIN por lo que has de revisar, es cuestión de segundos, que vas a pagar el precio correspondiente. Además, exige siempre el comprobante ya que te servirá para comprobar tu nivel de gastos.
En lo referente al ticket de compra es imprescindible conservarlo para comprobar si el banco ha cargado la misma cantidad en tu cuenta o no. Si te preocupa la sostenibilidad, hay algunas tiendas que ya ofrecen una alternativa electrónica que puedas almacenar en tu teléfono móvil.
¿Cada cuánto revisas los cargos de tu tarjeta en tu cuenta corriente? A buen seguro, te fías tanto del comercio como de tu banco, pero no está de más realizar una segunda comprobación por si acaso. En ocasiones, hay errores humanos que llevan a cobrar más de lo debido. Como te hemos indicado, conservar el ticket es la mejor prueba para corregir el error y, llegado el momento, eliminar el cargo adicional que haya podido realizar tu entidad financiera.
Otra recomendación práctica es conocer cuáles son las medidas de seguridad que ofrece tu tarjeta. Las de solicitar el envío de un SMS y de una clave de confirmación por cada cargo que se realice juegan a tu favor. En caso de fraude, lo podrás detectar de inmediato y avisar a tu banco.
Es decir, pagar con tarjeta se ha impuesto, pero ello no provoca como consecuencia que no tengas que prestarle la atención debida a todo el proceso. Ahora que conoces cómo protegerte, pon en práctica nuestras recomendaciones. Seguro que te será más fácil evitar cargos dobles o incorrectos, así como la problemática de tener que ir al banco a solucionar una incidencia.